FINALISTA DE RELATO
ABRIL
Despertar, le había sido particularmente doloroso ese día. Esa adicción, esa relación amor- odio que tenía con la cama… El miedo a sumergirse de nuevo en los sueños, y la fatalidad que supone terminarlos para retomar la dura realidad… ¿La realidad? ¿Por qué sea dura, esto tiene que ser la realidad? ¿Quién tuvo las santas narices de delimitar la realidad y los sueños? ¿Por qué la realidad tiene qué ser dura, y los sueños suaves? No siempre es así, pues la realidad a veces puede ser grata, y los sueños autenticas pesadillas…Josué se hacía siempre las mismas preguntas al empezar un nuevo día, mientras sus ojos se acostumbraban a los rayos de sol que se filtraban por la ventana. Unos rayos tímidos….que resultaron ser totalmente extrovertidos y descarados cuando abrió las cortinas, dándose cuenta de que era la una de la tarde. Para un hombre de 27 años, en calzoncillos, despeinado, con barba de tres días y con aspecto enfermizo, con una habitación algo desordenada y con tenues capas de polvo ( -si la limpié ayer…- protestó para sus adentros, indignado), bien podía resultar un hábito poco saludable. No hizo muchas más cábalas, pues su móvil sonó entre el montón de ropa que tenía pensado lavar ese día-¿cómo habrá llegado allí?- y se apresuró a lanzar todas las prendas por los aires, para encontrar el aparato y contestar. -No sé qué vende, pero no quiero nada…. -Soy Ray. ¿Estás resacoso o qué? Te he dejado un montón de perdidas para que me entregues el trabajo pendiente…..ni siquiera lees la pantalla del móvil…. -Esto….no sé qué vendes, pero no quiero nada. Acto seguido, ambos interlocutores estallaron en carcajadas. -Era broma….ayer, me quedé hasta las tantas para terminarlo, casi que escribía los últimos párrafos en sueños. Y, sinceramente, hoy preferiría que me doliera la cabeza por estar resacoso, como tú dices…. - ¡Eso se arregla esta noche¡ Anda, te espero a las 5 de la tarde, te doy tiempo para que comas y te arregles, que parecerás un “yonki” en tu cutre apartamento de agujeros negros…. -Cómo me conoces, Ray….Esos duendes cada vez salen más de sus hoyos de gusano a desordenarme las cosas que yo con tanto ahínco ordeno….-eso último lo dijo en tono burlón. “Te conoce….¿me conoce?- Quién es Ray? No es sino aquél que lee tus pensamientos, a la perfección…¿Y los demás?¿Qué son los demás? ¿Te leen el pensamiento? No, sabes que no lo leen….es más, ¿les has preguntado? ¿Has hablado alguna vez con ellos?” -¡Tío¡ ¿Estás ahí? Te oigo respirar…. -Oh, perdona, me ha vuelto a dar otra crisis de ausencia…. - Yo que tú me haría un escáner cerebral, me intriga verte cómo sería verte calvo y postrado en una cama, con cables…_ Ray solía gastarse un humor negro bastante desgarrador, pero se combinaba estupendamente con el humor ácido de Josué. - Yo también te quiero… En fin, voy a colgar, nos vemos a las cinco. Revisó su dossier, ya impreso, para asegurarse de que la finalización de éste no fuese una ensoñación causada por el estrés y la fatiga de la noche anterior, y se puso a freir un huevo. “Postrado en una cama, con cables….” Llegó la hora, y Josué esperó a su amigo (y también jefe) Ray. Éste apareció, como de costumbre, llamando la atención con su pelo rubio voluminoso, sus gafas de sol de marca , y su cazadora de cuero, pero esta vez se superó al acudir al lugar con un llamativo descapotable rojo y llantas de platino. -No puedo progresar en esta vida si siempre me haces quedar como un mindundi muerto de hambre….-dijo Josué al saludar a Ray. -Si tengo dinero, fardo de él. Creía que la “sorpresita”- Ray palmeó la puerta del despampanante coche- te iba a gustar…..Si es por billetes, sabes que no tengo problema en regalarte un puñado…… -No te recochinees, que ya sabes que odio los préstamos, sobornos, limosnas, enchufes, y demás chupeteos económicos. Tengo dignidad-sacó pecho-. Toma la carpeta ahí están los casos resueltos, y el último informe que casi me cuesta el sueño ayer. -Sí, vaya, eres tan íntegro y tienes las manos tan límpias……A ver qué me has traído-se puso a hojear el dossier-. Deberías dejar ese estilo de vida “freelance”, y coger un horario fijo…¿Qué? Josué estaba alargando la mano. -No me gusta que me regalen dinero, pero sí que me paguen por mí trabajo. -Oh, mona mi….lo siento, pero se acabó esto de pagarte en metálico y en mano como si fuéramos contrabandistas. A partir de ahora, todo se te pagará a través de una nómina en el banco. “Te pagaré en una nómina si lo liquidas.- No…no puedo…-¿Acaso no quieres vengar a tu hermana? Está en coma por su culpa” “ ¿Banco?¿Qué banco?”“Pupilas reactivas, parece que está ascendiendo capas en su consciencia.-Sonó una voz familiar, pero no sabía de quién era, una voz dulce y angelical…-No hables todavía, puedes provocarle una sobrecarga cerebral. Tenemos que esperar cómo evoluciona…… “Josué…..¿me recuerdas? Soy … ¡Tú no has hecho nada malo! “Llévensela, por favor. ¡No, está descendiendo de nuevo! Bueno, al menos, ya sabe cómo regresar….” “¿Hola? ¿Hola? ¿No sabes quién es Ray? ¿hola? Tienes la cabeza despellejada….” -¡¡ABRIL!! De nuevo, en su cama, Josué se despertó dolorido, y con jaqueca. Creyó haber soñado algo, quizá esta vez sí se había emborrachado. De nuevo, el móvil sonó entre un montón de ropa para lavar. La misma ropa que el otro día. Y llamaba Ray. -Dime -¡Eh!¿Qué hiciste ayer? -¿No nos fuimos de juerga? - Recuerda que me tienes que traer el trabajo pendiente -¿Pendiente? Te lo di ayer….. -Y ordena la habitación, que habrá ácaros como camiones. Todos los días es lo mismo, ¿ no te parece? -¿Lo mismo? -Bueno, eres un desastre. Como las pintas de mendigo que siempre llevas. En fin, en el fondo, tú no has hecho nada malo. “¡ Tú no has hecho nada malo ¡” -¿¡Quién eres!?- y colgó. Completamente asustado, Josué obsevó todo el apartamento. Estaba igual. Todos los días estaba igual. Miró su ordenador y sus papeles. El mismo trabajo, el mismo dossier impreso, sin entregar. “¿En qué trabajas?-Redacto casos para mi socio titular, Ray, que es detective privado.-“¿Qué casos tenías que redactar últimamente?”-No me …- “¿Quién es Ray? ¿Cuándo te contrató? ¿Lo conocías de antes?” –No lo sé…- “¿Qué hay en ese dossier tan importante, esa carpeta que siempre tienes que entregar?” –Yo… lo que que hay… lo que contiene, es… es… Ya tenía la carpeta abierta. Dentro había una hoja, en la que ponía: “Josué Ruiz Abad, nacido el 30 de junio de 1983, es acusado de homicidio en grado de tentativa, siendo afectado Raimundo “Ray” Orellana Martínez, autor de la paliza e intento de agrasión sexual a Abril Ruiz Abad, hermana del acusado. Josué intenta, posteriormente, en un arrepentimiento súbito, quitarse la vida arrojándose desde un 6º piso. Es ingresado en la UCI con daños orgánicos severos y coma con estímulo anormal del desarrollo onírico. Pronóstico variable y a la espera de evolución. El juez reconoce la enajenación mental transitoria de Josué tras el accidente al presentar un parte psiquiátrico, se demuestra que mientras Abril padecía ataxia por el incidente, “Ray” trató de manipular a Josué para hacerle ceer que el novio de ella era el responsable, intentando pagarle incluso dinero, y el caso queda sobreseído. Fdo: Juan José Fernández-Monteverde Casado, psiquiatra, en colaboración de : María Cifuentes Capitán, neuróloga.” Las voces en la cabeza de Josué se volvieron mucho más claras y cercanas, y el apartamento se convirtió de repente en una habitación de hospital. Ahora se sentía terriblemente cansado y dolorido, mucho más que todas las veces que había despertado en sus mañanas de ensueño. Estaba postrado en una cama, con cables. -No te muevas… pupilas reactivas… -Juanjo, el pulso disminuye y las funciones cerebrales se están perdiendo. Ya sabes lo que hay… -Qué remedio- miró tristemente a una chica que había en la esquina-. Puedes acercarte. -Josué pudo verla, era lo único que podía ver ya nítido. Alargó su mano para tocar su cara antes de exhalar su último aliento:
- Antonio Casado Cifuentes
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