GRANADA - foto de Mercedes

miércoles, 20 de febrero de 2008



PUERTAS ABIERTAS

Cuento la historia de un amigo llamado Sergio que padecía una enfermedad mental llamada Trastorno Bipolar y Trastornos de conducta. Su enfermedad se le manifestó desde pequeño, tenía trastornos de conducta sobre todo cuando cambiaba de colegio o de casa, le costaba mucho integrarse al nuevo sitio.

Cuando entró al nuevo colegio en Jaén sobre los 10 años le tuvieron que poner gafas, y todos los chicos y chicas de su clase se reían de él y lo pasó muy mal, casi estuvo a punto de no ponérselas más, pero como no veía bien fue la primera puerta que tuvo que abrir a sus pensamientos y en su vida hacia los demás.

Cuando llegó a su adolescencia se sentía muy mal consigo mismo y se cerró otra puerta con la sociedad, no se comunicaba con nadie, ni siquiera con su familia.

Pasados tres años se abrió una nueva puerta que le parecía grandísima, porque su madre después de esta conducta de aislamiento se da cuenta de que algo pasa, y lo llevó a un gabinete de psicología y allí le ayudaron bastante y mejoró mucho.

Cuando terminó con la terapia se le abría otro trocito de puerta. Estuvo varios años estudiando formación profesional. Se sacó varias especialidades de auxiliar, en la primera le costó mucho adaptarse, pero en la segunda le fue muy bien porque con una profesora de apoyo, llamada Mari Carmen, la sacó en dos años. Poco a poco se le iban abriendo cada vez más puertas. Llegó a trabajar en varios sitios cuidando niños y le fue muy bien. Hizo dos cursos, uno de panadero y otro de pastelero, que le fueron los dos muy bien.

Pero después de esto le volvió a dar una grandísima crisis, incluso tuvo que estar ingresado en un hospital en varias estaciones del año durante un mes. Trabajaron con integración en la familia y luego sus conductas autolesivas.

Entonces le ocurrió lo que no podía pensar nunca, que se le abriría la puerta, por que lo ingresan en un complejo de psiquiatría como paciente de hospital de día por una serie de problemillas, pero en tres o cuatro años se mejora muchísimo por varios cambios en el tratamiento y en su disposición a hacer otras cosas por mejorarse, y a partir de este momento se le abre la puerta de su vida totalmente.

Ana Galindo.


EL ENFERMO MENTAL Y SU ENTORNO

El enfermo mental se siente intimidado y a menudo agacha la cabeza impotente ante la situación embarazosa y muchas veces humillado sin razón ni motivo aparente pero si el público en su actitud amable, incluso diría cariñosa esta es el tratamiento inicial.

Luego el enfermo debe ponerse en una actitud comprometida con el ambiente que le rodea, por ejemplo, que actitud tiene con un niño de 5 años si es capaz de hacerlo reír, si lo consigue elevará su autoestima y afloraran en éste sentimientos que antes nunca había experimentado, poco a poco su mejoría será progresiva, ya no solo contará con la ayuda de la medicación sino que esta el ante el mundo que poco a poco superará, el mismo verá su mejoría reduciendo medicación y si sigue evolucionando puede que sane.

Pascual López.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen trabajo compañera. Sigue aportando lo que puedas, tus lectores te lo agradeceran mucho y por supuesto tambien la revista C.T.Oye
Un saludo.